El origen de la Bodega Marqués del Silvo camina unido al desarrollo de la región de Rioja, siendo desde el principio y hoy en día uno de sus pilares de esta Denominación de Origen, una de las más importantes y reconocidas del mundo.
Se asienta desde sus comienzos a 50 kilómetros de la histórica ciudad de Logroño en la finca que actualmente hoy sigue siendo su sede, rodeada de 150 hectáreas de viñedos extremadamente cuidados junto al rio Ebro.
En sus instalaciones se desarrolla la gama de vino de más alta calidad incluyendo los inigualables rangos de Marqués del Silvo RESERVA y GRAN RESERVA, altamente reconocidos nacional e internacionalmente desde sus primeras cosechas.
Para los vinos de guarda, la bodega cuenta con un parque de barricas propio de madera de roble de grano fino de origen francés y americano con diversos niveles de tostados, que se conjugan buscando el más óptimo aporte de tostados y especiados en los vinos.
La verdadera joya de Marques del Silvo es el viñedo con 150 hectáreas cultivadas a una altitud entre 560 m y 700 m y suelos arcillo calcáreo, profundos y muy drenantes , pobres en materia orgánica, lo que favorece el crecimiento de las uvas de la mejor calidad. Todo ello, unido al especial microclima en el que convergen la clara influencia mediterránea del valle, y continental, por el lado del Sistema Ibérico, dan como resultado vinos con una capacidad de maduración única y gran singularidad .
Las principales variedades que crecen en los antiguos viñedos de la propiedad Marqués del Silvo son Tempranillo, Garnacha y Graciano. Cuentan con una envidiable antigüedad de más de 70 años y todos se cultivan siguiendo estrictas técnicas de sostenibilidad medioambiental.
Respeto entre el viñedo y la naturaleza.
Conscientes de la necesidad de seguir siendo un emblema en las mejores técnicas de calidad de La Rioja, se inicia hace años un laborioso y dedicado trabajo para conseguir las más altas certificaciones de calidad internacionales como el Certificado IFS Food.
Prácticas orgánicas y sostenibles. Cero residuos. Suelos arcilloso-calcáreos, pobres en materia orgánica. Sin riego artificial.
Tempranillo, Garnacha.
Vino complejo, serio y elegante que ha sido envejecido durante 5 años. Perfecto para acompañar con un suculento solomillo, lechazo asado, chuletón, beef Wellington y cualquier plato de importancia.
De color granate brillante. Perfumado, aromas ligeramente intensos de mora, regaliz, hierbas silvestres y una elegante vainilla. Largo en el paladar con dulzor resonante, taninos suaves y muy largo final.
Envejecido en barricas francesas y americanas de tostados medio + durante mínimo 30 meses, seguidos de otros 24 meses en botella.
Tempranillo, Graciano, Garnacha.
Perfecto para maridar con Jamón de Bellota, solomillo, cordero asado y otros platos de importancia.
Brillante color rubí. Expresivos aromas de chocolate negro, grosellas rojas, cerezas, regaliz y notas predominantes de vainilla especiada. Jugoso en boca con toques minerales y seductivos aromas avainillados de la barrica.
Envejecido en barricas francesas tostado medios y americanas tostados medio + durante 30 meses, seguidos de 12 meses en botella.
Tempranillo, Graciano, Garnacha.
Perfecto para maridar con Jamón de bellota, cordero asado, pollo a la parrilla, queso manchego, cerdo, ternera, pastrami, barbacoa.
Limpia, delicada y refinada nariz, aromas de grosella, zarzamora, nuez moscada con notas de trufa blanca y geniales vainillas y cacaos. Paladar suave con taninos sofisticados y frescura, ofreciendo gran harmonía, estructura y complejidad.
Envejecido en barricas francesas y americanas de tostados medio durante 12 meses, seguidos de otros 12 meses más en botella.
Tempranillo, Graciano, Garnacha.
Perfecto para maridar con embutido, steak tartare, pollo al grill y carne de caza menor.
De color granate vino con tonos violáceos. Nariz dulce con aromas de arándanos, zarzamoras y uvas pasas. Jugosos y frutales taninos con toques minerales. Muy fresco, crocante y a su vez elegante, persistente frutal retrogusto.
Macerado y envejecido durante 3 meses en tanques de cemento, seguidos de 6 meses en botella.
Este exótico vino blanco de Rioja está elaborado con la variedad de uva local Tempranillo Blanco. El resultado es una interpretación extraordinaria y nítida de una uva con mucho que ofrecer.
Este vino de color amarillo pálido tiene notas de maracuyá y hierba recién cortada en nariz, con toques de frutas blancas como manzanas que recuerdan las características de los viñedos. Paladar seductor, y tonos cítricos sobre un fondo suave. Aromas floridos y notas ligeramente amargas que lo convierten en un vino elegante que se vuelve más graso y equilibrado con cada sorbo.
Fermentación en depósitos de acero a 12ºC, evitando la fermentación maloláctica para conservar la acidez y el frutado natural.
Maridaje perfecto con mariscos como almejas al vapor, filetes de pescado a la plancha, carnes blancas, salteados y quesos.
La Rioja es bien conocida por sus vinos tintos, pero esta región también alberga increíbles vinos blancos y rosados que hay que descubrir.
Los rosados de Rioja son uno de los secretos del vino Español mejor guardados: elaborado con 100% Garnacha, Marqués del Silvo Rosé es un vino rosado de lágrima que fermenta a temperatura controlada con levaduras autóctonas y reposa sobre lías.
Agradable color rosa claro con tonalidades de brillante rojo rubí y viva acidez en boca. Aromas delicados de fresa, frambuesa y frutas frescas, aceituna y naranja.
Se recomienda servir frio y maridarlo con comida griega como pita fresca, comida tailandesa, pizza pepperoni, gyros griegos, ensalada de pollo, humus, pescado a la parrilla, shushi, curry indio, mariscos, pescados ligeros, carnes blancas y quesos semicurados.